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La historia de la música tuvo un punto clave en la era barroca, periodo que se desarrolla a lo largo de siglo y medio, entre inicios del XVII y mediados del XVIII, a través de la aparición de obras totalmente distintas a las que se habían podido disfrutar hasta ese momento, y el nacimiento de géneros como la ópera, que provocó un cambio de perspectiva brutal y definitivo a la hora de concebir la música. Antes de la música barroca, en Europa solo existía la música sacra, y la repercusión de las piezas musicales no era ni mucho menos tan extendida como lo sería a partir del nacimiento de la ópera, un espectáculo que estaba al servicio de las nuevas modas urbanitas, como un ejemplo del ocio que iba a instaurarse a partir de ese momento en el Viejo Continente. La música barroca cuenta con algunos de los mejores compositores de todos los tiempos, incluyendo al gran Johann Sebastian Bach, para muchos el más grande de todos, tanto que incluso el final de este periodo se marca con su muerte.

Siglo y medio de cambios musicales que trajeron sin lugar a dudas la definitiva “modernidad” a la música, con la llegada del bajo continuo y de la tonalidad como bases de la mayoría de composiciones, la aparición de muchos nuevos instrumentos y de formas interesantes de composición como la sonata o el concierto, que se mantendrían posteriormente, ya en el periodo romántico, incluso cuando todo lo barroco se consideraba “tosco y anticuado”. Es una música ornamentada, de la misma forma que el propio arte en general que se daba en la época, y supuso una apertura de miras tanto en lo musical como en lo temático, aunque es cierto que el tema de la religión seguía estando muy presente en la mayoría de obras importantes. En este artículo haremos un repaso por todo lo que supuso la música del barroco en su momento.

Nacimiento de la música del Barroco

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Los expertos suelen marcar el inicio del Barroco en la música con la aparición y la expansión de la ópera como género musical importante en la Europa de la época, en torno al año 1600, coincidiendo con la llegada del siglo XVII. Ya a finales del siglo anterior se había abierto el debate sobre el cambio en las formas musicales, sobre todo en la apuesta por la monodia, donde una voz realizaba una melodía solista sobre el acompañamiento del resto, en oposición a la polifonía imperante hasta ese momento. Durante esas primeras décadas del siglo XVII, la ópera veneciana se convirtió en un estilo muy popular en toda Europa, como respuesta también al cambio de paradigma frente al Renacimiento. La nobleza exigía nuevos espectáculos más vistosos, y los músicos no solo les ofrecían óperas, sino que también buscaron la fórmula para liberar a esas voces solistas, a través del bajo continuo, creando sonatas y conciertos.

Características de la música del Barroco

La música del Barroco se diferencia de la música Renacentista anterior por varias características muy importantes que además, sirvieron de base para el resto de estilos que llegaron después. La primera característica es la utilización del bajo continuo como forma de acompañamiento, permitiendo así que los instrumentos solistas pudieran “soltarse” y llevar a cabo melodías por sí mismos, lo cual supuso toda una revolución. Gracias a ello, la tonalidad comenzó a desarrollarse en detrimento del contrapunto, que quedó como un simple acompañamiento en muchas obras. También destaca el barroco por la aparición de nuevas formas musicales como la ópera, la sonata o el concierto, todas ellas con bajo continuo, con compases sencillos pero acompañamientos cada vez más complejos, y con uso, especialmente en temas vocales, de voces extremas, muy graves o muy agudas, los famosos castrati.

Adagios

El desarrollo de esas nuevas formas musicales propició también la aparición de estilos diferentes para cada una de las partes que la componían. Los conciertos, las suites y las óperas eran bastante largas, así que había que crear diferentes movimientos. Las sonatas, por ejemplo, solían contar con cuatro de ellos, y el segundo o el tercero se llevaba a cabo en un tempo lento, por debajo del andante, pero tocado con gusto. Se denominaba Adagio, y supuso también una contraposición a la música más alegre y vivaz que se solía dar en el Renacimiento, marcando una diferencia importante que continúa incluso en nuestros días, aunque el tempo del adagio ya haya subido un poco con respecto a la música barroca.

Compositores de la música del Barroco

Algunos de los compositores más importantes de toda la Historia de la música han formado parte del periodo Barroco. En la escuela italiana, una de las dos principales corrientes de este periodo, encontramos a artistas como Monteverdi, Corelli o Vivaldi, siendo este último casi siempre escogido como el ejemplo perfecto de músico barroco italiano. En Centroeuropa, y ya en el Barroco tardío, encontramos a músicos tan importantes como Handel, Telleman o Johann Sebastian Bach, que llevó la música barroca a un nuevo universo, sirviendo como bisagra perfecta para el Clasicismo y el Romanticismo que llegaría después de este periodo. Los músicos franceses, como Lully, o ingleses, como Purcell, también tienen cierta importancia en este periodo, sobre todo por la expansión de la ópera y los conciertos en sus respectivos países.

Música barroca famosa

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Ya hemos visto que los nombres que colocamos arriba son de sobra conocidos por la mayoría del público general y por supuesto, también por los amantes de la música. Vivaldi y sus Cuatro Estaciones ejemplifican a la perfección el estilo italiano, con una obra muy popular que cuanta ya con más de 300 años y sigue tan vigente como el primer día. Las óperas de Monteverdi supusieron también un antes y un día en ese estilo, así como las sonatas de Corelli, primeras representantes de esas formas musicales. Y si hablamos de Bach, no podemos olvidarnos de nombrar el Clave Bien Temperado o la famosa obra El Arte de la Fuga, donde Bach juega con las voces y los contrapuntos de manera magistral. El Mesías es seguramente la obra más representativa de Handel, también muy popular en nuestros tiempos.